Cuentan que el 15 de septiembre de 1987, un hombre tocó su guitarra para el papa Juan Pablo II en Los Ángeles, California.
Nacido sin los brazos, él presento una canción conmovedora llamada “Never be the same”. Cuando el papa se le acercó al escenario para besarlo en agradecimiento, se reflejaron los sentimientos del país entero.
Tony Reside actualmente en Branson, Missouri; una pequeña ciudad que se reconoce por su cantidad de shows, teatros y del mundo artístico. "Lynn y yo nos amamos profundamente y la música nos trajo juntos. Así pues, un día compartiremos todas estas memorias con nuestros niños. La música ha abierto la puerta en mis sueños y seguiré cantando, compartiendo mi vida, y seguir haciendo música para todos."
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